Cuando hablamos de Patrimonio Familiar y Empresa Familiar, usualmente surgen las mismas observaciones y comentarios:
a. Ya tengo testamento.
b. Ya tengo todo en sociedades.
c. Ya todo está a nombre de mis hijos.
d. Ya hice una Fundación.
Entre otras múltiples respuestas.
Como hemos comentado en otros escritos anteriores, apoyamos totalmente a las personas que por lo menos hacen un intento importante de organizar sus asuntos previo a su fallecimiento. El problema es que justamente la ejecución de estos actos se pondrá en marcha al momento de la muerte del propietario, a veces inclusive tomando por sorpresa a algunos individuos que no estaban para nada preparados para ello, pero que hubiera sido esencial que lo estuvieran.
Se debe partir de una verdad clara y simple: en las Empresas Familiares, especialmente las no profesionalizadas, el Riesgo Reputacional de la empresa es directamente proporcional a la reputación y afectaciones de la familia, así como de cada uno de sus miembros, si no se ejecutan las acciones correspondientes para evitarlos a tiempo.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) informó el pasado 28 de junio de 2017 que Panamá entró en la lista de países que cumplen “ampliamente” el intercambio de información tributaria previa petición (EOIR). La información fue confirmada por el Foro Global sobre Transparencia e Intercambio de Información Tributaria de la OCDE, a través de un documento colgado en su sitio web sobre el estado actual de las normas internacionales de transparencia fiscal.